Río de Temamatla, foco de infección que amenaza la salud de los habitantes.

*Las aguas residuales no reciben un tratamiento, para no perjudicar la salud de los ciudadanos.

Por Efraín Morales Moreno.

Habitantes del municipio de Temamatla reclaman a sus autoridades municipales la indiferencia con que se ha tratado el caso del Río San Juan afluente del Río Amecameca que por la incapacidad de sus autoridades se ha convertido en un potencial foco de infección ya que con la actual época de calor, éste río convertido en conductor de aguas negras, amenaza con emitir alguna epidemia en la ciudadanía, derivado de que las pestilentes aguas, surcan el municipio en su cauce al aire libre.
Un grupo de ciudadanos de la demarcación entre las que destacan personas de la tercera edad, indicaron a Jornada Política que hace algunos años, las aguas de éste río eran casi potables incluso algunas personas llevaban ropa a lavar y los niños de esos tiempos ocupaban estas aguas para bañarse en épocas de altas temperaturas.
Hoy, el río conduce agua negras provenientes principalmente del municipio de Amecameca donde tiene su origen este caudal y que por la irresponsabilidad de los gobiernos ha terminado en ser un ducto donde la demarcación referida vuelca sus agua residuales sin antes darles un tratamiento adecuado para no perjudicar la salud de los ciudadanos Temamatlenses que son quienes reciben las aguas negras en su territorio municipal.
En este sentido, las autoridades del municipio de Temamatla que encabeza el priísta Antonio Oliveros Leyva, se han mostrado indiferentes ante la problemática procurando fomentar la actividad de que éste río sea utilizado para la descarga de agua residuales, mostrándose servil al gobierno de Amecameca desazolvando el cauce para que las contaminadas aguas lleguen con mayor facilidad a su municipio.
La principal crítica de la ciudadanía hacia Oliveros Leyva, es en torno a que el tibio alcalde exija a las autoridades correspondientes se instale una planta tratadora de agua para que éste liquido sea depurado, filtrado ó saneado, antes de verterlo en el río y de ésta manera no represente un peligro latente para la salud de los habitantes de la comunidad.
Cabe señalar que en los municipios de la zona sur-oriente de la entidad mexiquense no existe una sola planta de tratamiento de aguas residuales, por lo que éstas aguas negras son volcadas a los ríos tal y como las reciben los drenajes, para luego ser conducidas por el río quedando expuestas al medio ambiente, convirtiéndose en un foco de infección que amenaza la salud de los mexiquenses.
De esta problemática que ha sido motivo de protesta por parte de los habitantes, es muy posible que el gobernador de la entidad no esté enterado, ya que por el momento y desde siempre su prioridad ha sido otra, en lugar de preocuparse por la ciudadanía mexiquense asentada en la región sur oriente del estado, que todo parece indicar que para él simplemente no existe.