*Deberían de bajar a través del DIF municipal o de desarrollo social para toda la ciudadanía.
Por Efraín Morales Moreno.
Denuncias de diferentes ciudadanos del municipio de Cocotitlán, aseguran que gente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), realiza maniobras poco claras con la entrega de despensas que bajan del gobierno del Estado de México de programas de apoyo a la comunidad, mismos que se entregan solo a la gente priísta y que se facilitan en casas particulares de militantes tricolores, cuando deben bajar a través del DIF municipal, de la dirección de desarrollo social ó algún organismo oficial determinado por el Ayuntamiento de la localidad.
Varios son los comentarios vertidos por la ciudadanía en torno a este caso, incluso se han detectado puntos como la casa ubicada en la calle Toselos esquina Violetas de la comunidad de San Andrés Metla de ésta demarcación, donde en días pasados se entregaron despensas a gente de esa comunidad, pero solo a militantes del tricolor.
A pregunta expresa sobre la entrega de estos apoyos, que se realizaba frente al domicilio mencionado, la encargada de entregarlos y recolectar copias de credencial de elector de los beneficiados, dijo que “-cualquier información al respecto es con Héctor Ximenez Esparza, delegado de sedagro y sedicente representante del gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto-”.
Este hombre, Héctor Ximenez Esparza, es hijo del ex Senador de la República Héctor Ximenez González (qepd), hombre de mucho trabajo dentro del gobierno del Estado de México, quien ocupó diferentes cargos en la política regional y estatal siendo presidente municipal de Chalco, diputado local, federal, procurador general de justicia de la entidad, Senador de la República y precandidato a gubernatura del Estado de México.
Sin embargo su hijo Héctor Ximenez Esparza, quien aparte del nombre –posiblemente- heredó parte de la fortuna de don Héctor; por ser tan joven e inexperto está dando palos de ciego en el manejo de la política de la zona donde no tiene ningún trabajo dentro ó fuera de su partido ni mucho menos en la política regional y cree que solo por el nombre de su padre puede alcanzar algo dentro de la ubre presupuestal.
No obstante, esa fuerza del apellido Ximenez como tal, terminó hace tiempo, el peso del nombre del padre difícilmente alcanzará para más; ahora, y sobre todo en el caso del joven heredero del nombre del ilustre mexiquense, ya no tiene mayor gravitación que el recuerdo de un hombre bueno, que quiso a su municipio, a su estado y a su patria.
Hoy hay que tener, proyectos, trabajo, ser político, consensuar, y no hacer cosas poco claras como repartir despensas en las sombra, haciendo trampas y discriminando a la gente que no simpatiza con el tricolor; y lo que es peor, negando cosas tan evidentes como dar espejitos al pueblo a cambio de un buen puesto político.
Ya nos es tiempo de limosnas, hay que hacer trabajo, obra pública, trabajo social. Etc., ó en todo caso, dedicarse a la cantada como mostró en la inauguración de la feria del conejo el pasado 16 de septiembre en éste municipio cuando posicionado por algún espíritu ranchero, cantó con su desafinada voz a la gente que no soportó más de una canción, emanada del ronco (pero muy ronco) pecho del novato político.
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