La maldita pobreza de mis hermanos (y la mía también)
Son tan desgarradoras y penosas las magras condiciones en que están sumidos mis hermanos de la zona oriente del Estado de México –y yo junto con ellos- que solo basta caminar un poco para ver la dolorosa e inclemente realidad en que viven (vivimos), sin que el gobierno del Estado de México voltee la mirada para éste lado a no ser que sea para prometer y engañar, cuando necesita de un voto que hasta hoy nos ha enseñado el GEM que solo para eso le servimos pobres.
La administración Peñista -que ha sido una gestión de fantasía- gasta carretadas de millones de dólares para que su copete sea visto y vitoreado por muchas de sus fans, (mismas que han perdido de pronto su triste realidad ante los encantos del chico maravilla), pero hasta la fecha nunca se ocupa de las verdaderas necesidades de la gente que dice gobernar.
Ahí está Juchitepec con sus barrios y colonias sumidos en la pobreza extrema; Techachal, La Joya, Santo Domíngo, Cuautzozongo, y un largo etcétera que solo caminando por el municipio se puede palpar la pobreza que se respira en el ambiente. Ahí se puede ver a la gente que reclama servicios, vigilancia, empleo, comida y ¡justica!,
En Temamatla, Albertocos es una colonia sumida en su amarga pobreza, que vive encerrada en sus necesidades, con una fantasmagórica imagen de un pueblo sin esperanza, clamando por una atención que el gobierno del estado siempre le ha negado. Un pueblo que huele a desesperanza y transpira abatimiento, una comunidad que se ha convertido en paraíso de giros negros e ilegales, auténticos burdeles, refugio de menores mujeres que cambian carne por carne.
Triste es también que muchos medios de comunicación ignoren a ésta gente, que más que informadores parecen porristas del gobierno de la entidad, que publiciten a un estado de México progresista pujante y en boga; que solo les cree quien no conoce la amarga realidad.
Algo Más. Veamos la realidad, veamos a los municipios infestados de inseguridad, de desempleo, abarrotados de comercio informal, de corrupción incontrolable, donde el poder se vende al mejor postor, donde grupúsculos de lidercillos han sometido a las autoridades; ese es el estado de México con sus pueblos con encanto. Pero la gente ya se cansó, está harta y exige un cambio, quiere ser escuchada, que se respeten sus derechos, y que el gobierno cumpla y trabaje para servir al pueblo, no para servirse de él …nada más, pero nada menos.
Comentarios: infosoloriente@yahoo.com.mx
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