Columna Invitada.

Es inusual y hasta perverso que las autoridades municipales no pongan cartas en el asunto (quizá porque son clientes frecuentes) con respecto al antro de perdición que opera en la colonia Albertocos del municipio de Temamatla donde en una aparente casa habitación se ejerce la prostitución y el vicio que posiblemente va más allá del alcohol y otras bebidas.
Lo grave del asunto es que a dos menores de edad de 13 y 14 años, en aparente trance, producto del consumo de algún enervante, se les sorprendió cuando protagonizaban una riña junto con otra chica de 15 años de edad quienes por la salvaje golpiza que realizaron tuvieron que ser canalizadas con los médicos y posteriormente llevadas a un centro de ayuda especializada donde la peor noticia estaba por llegar.
Es aberrantemente triste y nauseabundo escuchar comentarios como el que recogí en éste municipio de Temamatla cuando me comentaron lugareños que a las chicas de trece y catorce años de edad les fue detectada una fuerte infección vaginal derivado del desaseo y nulo control con el que seguramente ejercen la prostitución lo que ha de tener muy afligidos a varios militares del campo castrense no. 37 de ésta demarcación porque varios de ellos llegaban a esta casa de mala nota a retozar en sus días de descanso (y de no descanso también) con las menores mencionadas y presuntas portadoras de enfermedades sexuales.
Ahora, las autoridades municipales y estatales deben cargar en su conciencia que parte de la responsabilidad en esta aflicción se la deben adjudicar ya que ambas instancias tienen pleno conocimiento de la existencia de éste centro (que no es recreativo ni de sana diversión) del cual se presume opera 24 horas al día y que además de supuesto placer, también ofrece a sus asiduos parroquianos salir con tremenda infección venérea para seguir propagándola al interior de su hogar, concretamente con sus esposas, (si las tienen) y luego con amigas, novias, amantes y en general por toda la región oriente de la entidad.
Algo Más. … en caso de ser confirmado el rumor de que las niñas en cuestión, estén contagiadas de alguna “rara enfermedad”, las autoridades sanitarias deberán encontrar la fórmula para llegar hasta estas chiquillas y darles un buen tratamiento médico eficaz, para contrarrestar la posible propagación de la enfermedad entre la población de la zona.

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