viernes, 10 de febrero de 2012

Columna Invitada

Lo bueno, lo malo y lo feo.

Lo bueno.

En días pasados, la Universidad Azteca del municipio de Chalco estrenó un aula, que servirá para las prácticas de los estudiantes de derecho, y será utilizada en materia del controversial tema de los juicios orales, que tanta polémica han causado.
Con ésta nueva aula, las futuras generaciones de abogados que egresen de la citada casa de estudios, tendrán un espacio más en la formación de su profesión, ya que un profesionista mejor preparado, sin duda será un mejor ciudadano; bien por la Universidad Azteca.

Esta aula fue inaugurada con un magno evento en el que se reconoció la labor de un destacado político de la región oriente, Don Héctor Ximenéz González, (qepd), hombre de importante trayectoria política, servidor público reconocido y querido en la zona de influencia que él tuvo, y hoy, ésta universidad lo recuerda, colocando su nombre a ésta nueva aula académica.

Lo malo.

Dicen los que saben de rumores, que los materiales para la construcción de ésta sala universitaria, fueron gestionados, o donados o procurados por el hijo del extinto político mexiquense, Héctor Ximenez Esparza, y que fue una condición o negociación, para que ésta aula llevara el nombre que ahora lleva; debo decir que en caso de ser cierto no había tal necesidad ya que Don Héctor tiene un gran reconocimiento en la zona, y gracias a ellos, sus hijos gozan de ciertas espacios políticos, y otras facilidades, producto del trabajo realizado por el también ex senador de la república, mismo trabajo que al fin ha sido pagado a los herederos, y que ya no hay para más, la deuda está saldada.

Lo feo.

Utilizar en beneficio propio algunas circunstancias y tratar de aprovechar el trabajo ajeno para uno mimos se llama de otra manera, pero solo diremos que es lo feo; ya que el sueño de poder ser candidato a la presidencia municipal de Chalco, que albergaba el junior Héctor Ximenez Esparza, solo quedó en eso, en un sueño, ya que es claro que no le alcanza para poder aspirar a gobernar un municipio que ni siquiera conoce, donde no es bien visto por la sociedad, y donde solo quiso colgarse de las glorias de su padre, para alcanzar una posición de ego, que es la que mejor hace.

Desde la delegación zona oriente de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (sedagro) donde trabaja, -o mejor dicho, cobra-, trató de encumbrarse para alimentar el sueño que acariciaba, pero alguien muy inteligente lo puso con los pies en la tierra, haciéndolo entrar en razones y se dice que al fin ha desistido de esta quimera, que no lo dejaba concentrase en su trabajo.

Ximenez Esparza no puede ser candidato, (por ahora); es un joven que no garantiza la unidad, el triunfo ni mucho menos puede realizar un buen proyecto de gobierno porque no conoce el municipio, ni vive en él, desconoce la problemática, desconoce las colonias, desconoce a los actores políticos con quienes no lleva una buena relación aunque sean de su propio partido, así que para poder aspirar a ser candidato tendría que ponerse a trabajar muy fuerte desde ya para ver si en unos diez ó quince años empieza a conocer el vasto y hermoso municipio de Chalco.

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